La llegada del sargento Vicent pone patas arriba al equipo de investigación de rutas que tiene a sus órdenes. Los dos oficiales subordinados, Rafa y Tomàs, deben aprender a seguir su imprudente manera de trabajar, encontrándose en medio de un juego mortal que se desarrolla en pleno monte con otras brigadas más lentas y torpes, teniendo que sortearlas para llegar al destino en las mejores condiciones posibles. El sargento Vicent se muestra indiferente ante la muerte y los demás luchan por controlar a su irreflexivo superior mientras las sendas son cada vez más estrechas y peligrosas.
Una vez superados los peligrosos montes de Llombai nos disponemos a llegar a Montroi para tomar un rancho a base de nobles corceles sacrificados para tal fin.
De vuelta al campamento base siguen las hostilidades que, después de haberse cobrado dos heridos, cae también el vehículo del soldado Tomàs, viéndose obligado a “desactivar la bomba” para poder continuar la marcha.
Ya teniendo el objetivo a la vista se ven obligados a bajar la marcha debido a que se estaba reflejando la dureza de la batalla en una frase algo característica en estas situaciones. Un “NO ME SIENTO LAS PIERNAS” del soldado Tomàs activó la voz de alarma en la brigada, pudiendo llegar al campamento sin ninguna baja importante.
Os 6 Oscars que se llevó el film reflejan la calidad del largometraje…
Saludos
Tomàs
