Esta ruta sin duda es una de nuestras preferidas por su rapidez en la que se abandona relativamente pronto el asfalto con tramos de monte ciclables en su totalidad y sendas estrechas muy sinuosas y divertidas con pequeños toboganes de tierra compacta y tramos de bosque sombrío que alternan con trialeras pedregosas, charcos de barro y pistas forestales poco transitadas. El bar del paseo de Tous nunca nos decepciona, con ese embutido exquisito y un personal que no se duerme en los laureles. Pero lo más divertido, sin duda, es la segunda mitad del track con ese altiplano de pistas rápidas y matorral bajo que siempre hace las delicias de los “trackers”. Ante la duda, esta ruta, siempre es una buena opción. Aunque llueva. Esta vez la elegimos por su simetría ya que la parada a almorzar está justo en la mitad de la ruta, permitiendo al que tenga algún compromiso en ese día, estar a las 12 a.m. con los suyos. Como fue, esta vez, mi caso. ¡Gracias a los tres!
Tras las cuestas de rigor y una de asfalto que parece una cascada empieza el tramo "off road" más divertido de la ida.
El bosque se cierra y las pistas se vuelven más estrechas obligando a jugar con el cambio de piños y a levantar el trasero del asiento evitando poner pie en tierra. Siempre que se pueda.
Flexionadas las piernas, los brazos tensos y la vista fija al frente, hay poco tiempo para ver el paisaje que por cierto es una maravilla.
Los charcos de las últimas lluvias pueden ser más profundos de lo esperado. A Bernardo no le importa, y toma la línea recta que es el camino más corto. No el más seco en este caso.
Juanma prefiere la seguridad del margen derecho y evitar el colacao que ya se lo tomó hace un par de horas.
Y por el centro y con una rueda... como no... PRRRRRMMM (tambores) ¡Il grande Tomás!
Y una vez en el llano ponemos rumbo al pueblo de Tous donde el almuerzo ciclista debiera ser declarado B.I.C. (bien de interés cultural). 
Saludos, Juanjo Saura.
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