Domingo, cuarta jornada de marzo de la doceava anualidad del segundo milenio
Los de siempre, los que no fallan, los únicos, los inconfundibles, los del sabor veterano, loooooooooooooos beteeeeeee track¡¡¡¡
Mira que nos gusta esto de madrugar los domingos, poco dormidos, pero puntuales a nuestra cita con el rock & roll, y del bueno. Rumbo hacia Tous para rodar por las sendas más guapas de la zona.
Mal augurio cuando los duendes de la madrugada hacía caer la montura del trackman scoti, y el cerebro de operaciones rodaba por los suelos, creo que desde ese momento ya sabíamos que cualquier cosa podía pasar…
Y a los pocos metros, un montón de ciclos conocidos, que por casualidad se dirigían hacia el mismo sitio, los Almorsarets, en formación y con más de 10 unidades, y como nos va el lío acabamos en perfecta mezcolanza. Transcurren los primeros kilómetros a ritmo dominguero, alguna variante a tener en cuenta, y el GPS loco y tirándose de los pelos, pero “cara avant, que és lo important”.
Llegada a Montortal y el grupo avanza hacia el canal, donde se cruza con los V.F., que nos acompaña durante un ratito, con sus relucientes monturas, casi todos con 29”, y bien equipados, un placer poder rodar con éllos, y como diría Forrest Gump, “hasta aquí llega todo lo que tengo que decir de ese momento”.
Nos introducimos en faena y las pistas enpiezan a abrirse ante nosotros, en busca de las sendas más allá del canal, en las que se hace el típico trenecito de subida muy divertido y técnico, y ya en la pista de arriba los Almorsarets presentan una variante muy divertida que se adentra en el barranquet, y acaba en una zona de dura piedra campo a través que te destroza las posaderas, y al final del tramo enganchamos con el caminito hacia Tous agrupados en busca del merecido bocata en la Piscina, por cierto, a tope de grupos de ciclistas, la afición por nuestro deporte es enorme, y parece mentira que sólo se hable de fútbol y fórmula uno, cuando los practicantes del mtb somos muchísimos.
Almuerzo rápido, perfecto, con las famosas longanizas de “pam i mig” y de nuevo a la ruta, en busca del chotacabras, y enlazar con el tramo que se había hecho con anterioridad por el barranquet de los Almorsarets, de nuevo a subir y a bajar, y en la bajada a través de una zona boscosa, el grupo se parte en tres, el más numeroso y fuerte por delante, otro más reducido por detrás, y el Visantin por el medio, y con el fragor de la batalla se despista y acaba aislado de los otros grupos.
A partir de aquí, mi crónica en solitario, jeje. Salida a la pista principal, un par de anda y vengo y no aparecía nadie, así que en medio de la nada, sin conocer el terreno, me retiro y enlazo con la senda que me estaban contando por la mañana, que transcurre en forma de sendero con muchos toboganes con el piso de tierra y estrechándose, a lo largo de unos 3 ó 4 km, y que sale al canal de nuevo, super divertida y rápida, un disfrutar que parece no tener final, creo que la llaman la “epi lady”, porqué será, supongo que por las dos pavas que me he cruzado casi al final y por poco nos vamos los tres al suelo, tampoco es que hubiera valido la pena, callos malayos, jajajaja, seguro que subían a depilarse.
Ya en el canal, el duro asfalto y el viento me devuelven a la realidad, regreso hacia Montortal por la zona del merendero y una vez en el camino a remar a todo trapo, por si el grupo iba por delante, pero no ha sido así, o iban muy rápidos o aún continuban por el monte. Aburrida y dura por el viento, llegada a Alzira sobre la una menos cuarto, con la av. Luis Súñer cortada por las paellas, y callejeando llego a casita.
Genial la ruta y la compañía, sendas desconocidas y formidables, y el final un poco raro por mi depiset, pero aún así, me lo he pasado pipa, y me motiva más de cara a otra salida.
Au cacaus
Vicent
Distancia recorrida: 55,08 kilómetros
Altitud min: 67 metros, max: 202 metros
Desnivel acum. subiendo: 490 metros, bajando: 513 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 4 horas 39 minutos
Fecha: marzo 04, 2012
Encontráronse allí con los tunantes del Soul que añadieron cuatro galopines al escuadrón que devoró con avidez los toboganes y andurriales que hicieron descabalgar a algún belitre al sentir el aliento de La Dama Oscura en su pescuezo. Pues la risa sana goza más de la caída ajena (siempre que no haya gravedad ni magullamiento). Saldose la gesta con un revolcón de M.A.en el fangoso arroyuelo de la vaguada que pese a lo siniestro no causó herida grave.
Y pronto vimos el túnel… y la luz, al otro lado, procurando no mojar las botas, pues aún no es Mayo. Silencio en La Senda Rosa, el rumbo estaba echado, poeta y guerrero se miraron…una vez, y esbozaron la sonrisa…¡Que sea lo que Dios quiera! Una bajada de vértigo, y ante tal mesnada de fieros bikers enmudeció hasta el viento, sólo el rugir de la grava, y los ojos fijos en la trazada. Ya en la llanura prosiguieron hasta la posada o Bar Yolanda donde las viandas se doraban en parrillas y planchas sobre la leña de naranjo. Y bajo el sol de Marzo dimos buena cuenta de las carnes… y qué carnes. Todos reparamos en ella. Buf…La primavera.
