CRONICA PARAMO 05/07/09





EL SOL, EL AGUA Y EL EJERCICIO CONSERVAN PERFECTAMENTE LA SALUD A LAS PERSONAS QUE GOZAN DE UNA SALUD PERFECTA

Hasta una docena de Chupacharcos y Cometierras, todos ellos pendencieros de cantina, diéronse cita en su particular sanfermín en una expedición por entre la cercana altiplanicie que anticipa la Sierra del Caballón, conocida a efectos prácticos y domésticos como EL PARAMO.

Impresionado por tan infrecuente y numerosa asistencia, el moderno sextante, que tan servicial resúltales como guía de sus lances, mostrose medroso hasta que fue hábilmente asistido de urgencia mientras se cumplía con la ordinaria y preceptiva oración de protección divina.

Superada la villa de L’Alcudia y atisbadas las primeras rampas, el astro Rey todavía, por fortuna, no mostraba su baza.
Pero, aunque el bochorno parecía inminente, tras ganar algo de elevación, y a la altura de un enigmático Eucaliptus, el viento roló extraña y repentinamente, asombrando agradablemente a la expedición la fría brisa que enigmáticamente generó. Lástima que fuera tan fugaz el misterio.

Ya en pleno corazón del Páramo, un traqueteante y empedrado tramo en ligero descenso, que exigía un pilotaje absorbente y milimétrico a los maniobreros, hizo las delicias de saltimbanquis y brincadores aún pagando la diversión con algún que otro reventón.






A renglón seguido, y con un atractivo sin par, la esperada, frondosa y umbría senda que jamás conoció el sol fue sin duda, por su preciosismo boscoso, lo más sobresaliente del trayecto.






Tras la obligada visita a los toboganes de la Garrofera, y con los bidones de agua ya a punto de ebullición: parada y fonda en el Bar de la Piscina de Tous, donde se afianzó, más si cabe, la bien ganada fama de jaraneros, con bises de bocatas, helados y algún que otro lascivo cubata.







Acabado el guateque y retomado el contacto con el tórrido ambiente exterior, de inmediato diéronse cuenta de que el remojón iba a resultar inevitable, y así acudieron raudos al conocido y solitario andurrial del Xúquer, allende Gavarda, que esta vez parecía el Ganges en hora punta, zambulléndose a ritmo de vallenato para conseguir entibiar algo sus caldeados organismos.


“Al remat” una etapa entretenida, calurosa y húmeda, con un buen piscolabis y una mejor compañía…..para repetir.

BY SCOTI

3 comentarios:

  1. Solo faltó un detalle para haber sido considerada la mejor etapa de la historia de los Trackers: ascensión al puerto de Tous y sepionet en Sumacarcer.
    Pese a todo, cruzad la pasarela que seguís en la academia del buen rodar y mejor llantar.

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  2. jajajja,,,,soys muy divertidos,,,seguro que vuestras salidas son para partirse,,,,besos

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  3. menudos almuerzos os meteis,que morro.yo tb quiero.jejejejeje

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